Mi nombre es Fabián Buratti, y hace algo mas de un mes venimos programando con mi amigo, ex socio, compañero de trabajo y futuro compadre? una salida al Río de la plata.

Luego de mucho consultar dimos con una persona muy predispuesta, accesible y sobre todo

CON PALABRA, llamado Héctor Hall. Arreglamos todo y dispusimos salir el Lunes 19 de junio, con mi hijo Tomás de 12 años. Llegamos al punto de encuentro, mediante el plano que aparece en la página, “Como por un tubo”. Nos contactamos con Héctor y empezamos a juntarnos para embarcarnos en 3 Trucks y un crucerito pintoresco y tentador.

 Cuando llegó el momento de subir, nos avisan que vayamos con Ricky (Crucerito), atrás nuestro subieron, Ezequiel Martínez de Lomas de Zamora y Santiago Morgan de City Bell.

 Todos debutantes en embarcarnos en el Rió de la plata.

 Luego de navegar una hora e ir armando nuestros equipos llegamos al lugar señalado por

Nuestro guía, ayudante, consejero, amigo y siempre dispuesto Ricky que nos desasnó en más de una oportunidad, además de sobrellevar algunas contingencias orgánicas de algunos de los tripulantes.

  Cuando empezamos a armar las líneas sufrimos una de las primeras bajas, “Herido en un ala” diría Ricky, cayó Gastón, producto del oleaje cayo en un profundo mareo y rara sensación. Luego lo siguió mi hijo, pero este ya con vómitos normales para principiantes en estas experiencias.

  Ahora hablando de la pesca exclusivamente debo comentar que fue ESPECTACULAR, no en cantidades pero si en Tamaños, de entrada Ezequiel debo la línea en el agua, cerca de la embarcación y clavó el primero, respetable peje de unos 35 cm. Luego Gastón, con mareo incluido, tomo su caña luego del lanzamiento de Ricky y a los minutos clavó EL MATUNGO de la jornada, veanlo en la foto al lado de la botella gaseosa de 2.1/4 lts.

 Luego fue una seguidilla increíble de Ezequiel y Santiago, Altos pescadores, de ejemplares de gran porte.

 Lo más sorprendente fue la voracidad de los peces, en un pique Santiago levanto un hermoso Peje con dos anzuelos clavados de la misma línea, menos mal.

Tomy como siempre levantó su matunguito y yo uno peleador que saltaba del agua con un vigor sorprendente. Más allá de todas las circunstancias que vivimos, producto de las descomposturas de dos terribles pescadores como Tomy y Gastón, vivimos una jornada digna de repetición, por la incomparable compañía de Ricky, un Lobo de Mar que se las sabe todas y las comparte, cosa poco común en este ambiente. También la buena onda que se sentía a través de los handies entre Héctor y los demás guías.

Personalmente les agradezco el hermoso momento que vivimos, y la buena pesca que realizamos.

Para las estadísticas quedará que Ezequiel y Santiago pescaron con Líneas de tres boyas chupetonas y nosotros 3 con boyas ping pong. Brazoladas cortas de 10 cm. Y cañas de 4 mts. Sacamos cerca de 35 piezas la mayoría de importantes portes. Tengamos en cuenta que por razones climáticas, empezamos a las 10,30 hs y culminamos la jornada a las 15,30 hs.

Gracias Héctor, Muchas gracias RICKY, y felicitaciones a nuestros amigos Santiago y Ezequiel por la pesca y compartir esta experiencia hermosa.

  Gastón y  Tomy por favor para la próxima no me dejen solo, jaja, los quiero a ambos.

Hasta la próxima.